Todo comenzó con una inquietud.
Un guardia de seguridad, solo en su puesto, con evidente agotamiento, sin los medios necesarios para proteger ni protegerse. Más que un fallo operativo, aquello era un reflejo de una realidad estructural: la seguridad, muchas veces, se piensa desde el control, pero se olvida de quien cuida.
Esa experiencia dio paso a algo más profundo: una pregunta que cambiaría el rumbo de todo. ¿Qué pasaría si re-pensáramos la seguridad no desde el miedo, sino desde el cuidado?
Una visión que nace del terreno
Sargus nace en Chile con una convicción clara: la seguridad no puede reducirse a barreras, cámaras y protocolos. Esos son solo medios. La verdadera seguridad empieza cuando las personas se sienten valoradas, respaldadas y preparadas para cuidar a otros.
En un país donde, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad (ENUSC) 2023, un 87,6% de las personas cree que la delincuencia ha aumentado en el último año, y donde los trabajadores del rubro de seguridad privada enfrentan largas jornadas y baja estabilidad, decidimos hacer algo distinto.
El problema: la seguridad deshumanizada
En Chile, el sector de seguridad privada emplea a más de 100.000 personas, muchas de las cuales trabajan en condiciones vulnerables. Según un estudio del Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana (CESC) de la Universidad de Chile, es común encontrar falta de capacitación, rotación excesiva y un enfoque centrado en la reacción más que en la prevención.
Este enfoque termina siendo ineficaz y costoso. Pero sobre todo, desgasta a quienes están en la primera línea del cuidado.
Nuestra forma de actuar
En Sargus, creemos que la seguridad no mejora con más vigilancia, sino con más humanidad. Por eso, trabajamos desde tres pilares fundamentales:
- Cuidamos a quienes forman parte de Sargus: Reconocemos la importancia de nuestros colaboradores y sus necesidades. Por ello, nos comprometemos a proporcionarles todas las herramientas necesarias que les permitan desarrollar su labor en un entorno seguro, cómodo y con condiciones laborales justas.
- Tecnología con propósito: Sistemas de monitoreo, alarmas y análisis de riesgo que no reemplazan al ser humano, sino que lo respaldan.
- Cultura de cuidado: Fomentamos relaciones de confianza entre nuestro equipo, los clientes y las comunidades a las que servimos. Porque cuidar es parte del respeto mutuo.
El impacto real
Hoy, Sargus está presente en empresas, instituciones y comunidades que buscan más que un servicio: buscan tranquilidad.
Nuestros colaboradores no solo están mejor preparados, sino que se sienten parte de algo más grande. Y ese es, quizás, nuestro mayor logro. Porque entendimos que la seguridad que funciona no es la que impone, sino la que inspira confianza.
Sargus. Seguridad con propósito. Seguridad con humanidad.

Javiera Arraigada, premiada por su sobresaliente desempeño, profesionalismo y actitud ejemplar en el cumplimiento de sus funciones

