1. Continuidad operativa y conocimiento del entorno
Un equipo de seguridad con baja rotación adquiere un conocimiento profundo de las instalaciones, procesos y personas que protege. Esta familiaridad permite una respuesta más rápida y eficaz ante situaciones de riesgo, ya que los guardias reconocen patrones normales y pueden detectar anomalías con mayor facilidad. Además, la continuidad evita interrupciones en la cobertura de seguridad, garantizando una protección constante.
2. Confianza y relaciones sólidas
La permanencia del personal de seguridad facilita la construcción de relaciones de confianza con empleados, clientes y otros. Esta confianza es crucial para la colaboración efectiva y la comunicación abierta, lo que a su vez mejora la capacidad de prevenir y responder a incidentes de seguridad.
3. Cercanía y compromiso
Los guardias que permanecen en sus puestos desarrollan un sentido de pertenencia y compromiso con la organización que protegen. Esta cercanía se traduce en una mayor motivación para desempeñar sus funciones con excelencia y en una actitud proactiva hacia la mejora continua de las medidas de seguridad.
4. Eficiencia operativa
La alta rotación implica costos significativos en reclutamiento y formación de nuevo personal. Al mantener una plantilla estable, las empresas aseguran que su equipo de seguridad esté bien entrenado y alineado con los protocolos específicos de la organización. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también incrementa la eficacia de las medidas de seguridad implementadas.
La situación en Chile: un llamado a la acción
En Chile, la industria de la seguridad privada ha experimentado un crecimiento significativo, con cerca de 2.500 empresas y alrededor de 500.000 trabajadores en el sector . Sin embargo, la alta rotación de personal sigue siendo un desafío, afectando la calidad y consistencia de los servicios prestados.
La reciente promulgación de la Ley de Seguridad Privada N° 21.659 en marzo de 2024 busca profesionalizar y regular el sector, estableciendo estándares más altos para la formación y desempeño del personal de seguridad . Esta legislación representa una oportunidad para que las empresas exijan y valoren la baja rotación como un indicador de calidad y compromiso en los servicios de seguridad contratados.
En conclusión, la baja rotación en los servicios de seguridad privada no es simplemente un beneficio adicional; es una inversión estratégica en la protección y éxito de su organización. Al exigir estabilidad en el personal de seguridad, las empresas no solo mejoran su seguridad interna, sino que también fortalecen la confianza de sus empleados y clientes, optimizan recursos y se alinean con las mejores prácticas del sector. En un entorno donde la seguridad es más crucial que nunca, contar con un equipo de seguridad comprometido y estable es, sin duda, un lujo que todas las empresas deberían exigir.

