En Sargus creemos firmemente que la calidad no se inicia solo con la acreditación OS‑10, sino desde el momento mismo de reclutar. Elegir personas con actitud, presencia, compromiso y ganas de crecer es la base para un servicio de excelencia. En un contexto donde la seguridad privada crece, lo humano marca la diferencia.
Un contexto de sector y normativa en transformación
- Chile cuenta con alrededor de 500.000 personas trabajando en seguridad privada (guardias, vigilantes, conserjes, etc.), y más de 2.500 empresas operando en el rubro.
- El mercado facturó unos US$ 2.800 millones en 2023, representando cerca del 0,6 % del PIB nacional, y se espera que alcance el 1 % en pocos años.
- En mayo de 2025, se publicó el reglamento de la Ley 21.659, con entrada en vigor a seis meses, que eleva estándares formativos, obliga a coordinación con autoridades públicas y exige criterios basados en evidencia y riesgo.
Este escenario convierte a la industria en un terreno competitivo, donde el elemento humano y el rigor ético y operativo son verdaderos diferenciadores.
Más allá del curso OS‑10: buscamos personalidad y compromiso
La normativa exige el curso OS‑10 como base, pero en Sargus evaluamos mucho más:
- Integridad y responsabilidad, actuando con criterio y ética.
- Lenguaje corporal y presencia profesional, ya que representamos a nuestros clientes.
- Puntualidad y comunicabilidad, claves para la prevención efectiva.
- Ganas de mejorar y capacitarse continuamente, fortaleciéndose ante nuevos desafíos.
Como lo expresa nuestro director de operaciones, “una compañía de seguridad es una empresa de recursos humanos”: si el equipo está bien, el servicio se siente fiable y cercano
Contratar con criterio humano: transformando cultura y servicio
Optar por este enfoque implica múltiples beneficios:
- Menor rotación en personal frente al promedio del rubro.
- Mayor fidelidad del cliente, por una atención coherente y empática.
- Prevención efectiva, no solo reacción ante incidentes.
- Cultura organizacional con propósito, que genera orgullo y compromiso.
¿Por qué esto importa frente a la nueva regulación?
- La nueva Ley de Seguridad Privada instaura exigencias de formación diferenciada según tipo de riesgo y tipo de actividad
- Ahora las empresas deben coordinar sus labores con Carabineros y la Subsecretaría de Prevención del Delito, que tendrá mayores funciones fiscalizadoras a partir de abril de 2025
- Elegir gente correcta desde el inicio facilita adaptarse a nuevos estándares y mantener cumplimiento normativo constante.
En un escenario de creciente regulación, profesionalización y demanda ciudadana de seguridad, el valor humano no es accesorio: es lo que garantiza un servicio de verdadera calidad. En Sargus, eso comienza desde el reclutamiento: evaluamos personas, no solo egresados de OS‑10, para construir confianza a través de equipos comprometidos, respetuosos y deseosos de aprender.

